Durante años, mi relación con el movimiento y la alimentación nació desde un lugar físico: metas corporales, disciplina, exigencia. Bailarina ejecutante y maestra profesional de ballet, formada también como Nutricionista en la Universidad de Minnesota.
Pero con el tiempo entendí que el bienestar real no se construye desde la perfección, sino desde la conexión. Que la fuerza verdadera no es solo muscular, sino emocional y espiritual. Y que sanar el cuerpo implica también sanar la mente y el alma.
Ese descubrimiento abrió un camino completamente nuevo en mí: el del bienestar holístico, el del amor propio, el de soltar patrones alimentarios que nos drenan y reemplazarlos por prácticas que nos nutren desde adentro.
Con solo año y medio desde la creación de Desintoxicación con Consciencia, he acompañado a más de 200 personas a reconectar con su energía, su claridad y su vitalidad.